“He llegado aquí siendo la otra Vilamarín, por la que nadie daba nada. Ni siquiera yo misma. Ahora sé que puedo llegar mucho más allá porque todavía queda mucha lucha dentro de mí.”

¿Quién no ha quedado embelesade en algún momento de su rutina televisiva al toparse con un programa de deportes artísticos y maravillarse con la elegancia de sus deportistas, de sus rutinas de baile, de sus gráciles cuerpos y piruetas? Todo parece destilar perfección, cada movimiento parece estudiado al milímetro, y la sonrisa perenne de sus atletas exudan pasión por lo que hacen. Pero, ¿qué pasa cuando no es oro todo lo que reluce? Esto mismo nos cuenta la opera prima de Alena Pons. 

Hielo y Plata nos presenta a las hermanas Vilamarín, dos atletas profesionales del patinaje artístico sobre hielo. Ambas son extraordinarias y unas deportistas de élite, pero detrás de sus piruetas imposibles y sus medallas, hay mucho más, y es que Mariya, nuestra protagonista, vive siempre en la sombra de su hermana, Anastasiya. Ella siempre gana las mejores competiciones, tiene los mejores trajes y las mejores coreografías, mientras que Mariya ha de conformarse con las sobras y las medallas de plata. Pero cuando decide superarla y descubre que tiene más aptitudes, capacidades y devoción, empieza la verdadera competición, la de encontrarse a ella misma dentro de un deporte que le apasiona sin perder todo lo que ha conocido hasta la fecha.

Hielo y Plata es el debut literario de Alena Pons y ha dejado el listón muy alto para sus próximas novelas: es adictiva y electrizante, tiene una protagonista con la que empatizar y un elenco de secundarios repletos de matices; no hace falta buscar excusas para odiar al villano y, sobre todo, cada una de sus páginas desprende el amor que siente nuestra autora por el patinaje artístico sobre hielo. Tanto si te gusta este deporte como si simplemente buscas una obra con la que engancharte hasta el final, este relato es tu apuesta segura.

Con la colaboración de Alena Pons y Nocturna Ediciones