[Entrevista con...] Michael F.Ryan, autor de 'La libertad última'
Inauguro una nueva sección dedicada a las entrevistas que realice a autores y otras eminencias del mundo literario (o profesional), otra forma más de poner en práctica mis propios conocimientos periodísticos y responder todas mis dudas literarias.
Para estrenarla, os traigo en exclusiva la entrevista que realicé al periodista Michael F.Ryan, autor de La libertad última, gracias a Plataforma Editorial, que organizó el encuentro.
No obstante, esta entrevista no hubiera visto la luz sin la ayuda de Helena Pons, representante de prensa e increíble intérprete que me ayudó a entender las opiniones más personales de Ryan. Desde aquí, muchas gracias por todo.
Cristina (Saru): Para el lector que desconoce su obra, ¿cómo definiría La libertad última?
Michael: La libertad última contiene el preciado mensaje de Viktor Emil Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco que sobrevivió en varios campos de concentración nazis, entre ellos, Auschwitz. De esta experiencia escribió El hombre en busca del sentido, una obra sobre la fuerza del ser humano para encontrar sentido a la vida y vencer cualquier adversidad.
La libertad última contiene estas sabias palabras dirigidas a Roger Murphy, un periodista de San Francisco que acaba de perderlo todo por el Gran Terremoto, en una obra novelizada con retazos de ficción para amenizar la lectura y hacerla más accesible y entretenida al público.
C: ¿Cómo surge la idea de crear La libertad última, de hablar de Viktor Frankl?
M: En 2000 recibí un ejemplar de El hombre en busca del sentido y lo leí en una visita que hice a un orfanato en Brasil. Y me llegó al alma. Fue tremendamente inspirador, me produjo tal emoción que, en cuanto pude, quise saber más sobre ese tal Viktor Frankl. De regreso a Estados Unidos, contacté con su familia para conocerle, aunque él ya había muerto, en 1997. Pese a todo, decidí continuar y empecé a crear la novela en mi cabeza.
¿Por qué? Porque quería ayudar a la gente. El mensaje que plasmó Frankl a lo largo de su vida y obra está lleno de coraje y esperanza, de encontrar sentido a la vida, al sufrimiento e incluso a la propia muerte. Con esta idea en mente, pensé en cómo redactar La libertad última, en cómo ayudar a la gente, a curarla, a acercarme a los que estuvieran sufriendo.
C: ¿Y el objetivo?
M: Desde el fondo de mi corazón: hablar de Viktor Frankl. Necesito contar su historia a la gente que aún no lo conoce, que sepa quién era, cómo vivió, qué tragedias y emociones estuvieron presentes en su vida, e incluso cómo murió. El espíritu de Frankl me fascinó, quiero seguir su legado inspirador y, gracias a esta novela, llegar a esas personas que buscar tener una buena vida, pero con significado.
Por eso he creado una historia con personajes ficticios para acercarme a todo tipo de público, especialmente los jóvenes, que prefieren adaptaciones cinematográficas y rechazan escritos históricos porque creen que serán densos o aburridos, y que acaben disfrutando de la gratitud de Frankl.
C: ¿Cuál ha sido su inspiración en la redacción de este libro?
M: Los propios personajes de esta novela son una gran fuente de inspiración y motivación. Como periodista, jugar con ficción es extraño ya que la labor de uno consiste en palpar hechos reales. Escribir ficción, crear personajes, hacerlos actuar y ver cómo se desarrollan, a veces sin poder controlarlos, es sorprendente y emocionante.
También, toda la familia Frankl ha sido una fuente constante de inspiración. Pese a toda la labor que hizo Frankl en vida, es una familia muy modesta y sensata, siempre con los pies en la tierra. Frankl fue un doctor fantástico, uno de los más grandes del S.XX a mi parecer, pero él nunca se consideró espectacular, y esa faceta se extiende a sus descendientes.
Por último, y no menos importante, Viktor Frankl. Él cambió mi vida, mi propia perspectiva sobre ésta, me hizo entender que la vida es bastante buena, pero que el ser humano nunca la agradece lo suficiente. Hay que aprender a respetar la vida, la que se nos ha dado, pase lo que pase.
“Viktor Frankl me ha hecho entender que la vida es bastante buena, pero que el ser humano nunca la agradece lo suficiente”.
C: El libro está repleto de recuerdos y vivencias de Viktor Frankl, hombre que no pudo conocer en persona. ¿Cómo se han construido los diálogos sin el verdadero Frankl?
M: Primero leí todos los escritos de Frankl, sus libros publicados, vi los vídeos caseros que me prestó la familia, así como entrevistas grabadas y todo lo que pude recolectar hablando con parientes y amigos.
En cuanto a los diálogos con Frank, y con toda la información ya aprendida, simplemente me imaginaba qué podría contestar él a mis preguntas y lo plasmaba. Según Jay Levinson, colega del doctor Frankl durante más de 20 años, conseguí capturar el alma de Frankl de tal manera que podía imaginárselo hablando en su cabeza.
C: ¿Se imaginaba realmente hablando con él?
M: Sí, porque pensaba mucho en él. Me hubiera gustado realmente hablar con él en persona, ¡e incluso irme de copas!.
Pero estoy contento de saber que toda la gente que lo conoció ve en mi libro su figura, un Frankl siendo buena persona con los demás, regalando sus palabras, siendo respetado. Es maravilloso.
C: En la presentación literaria de la familia Frankl, algún miembro se muestra reticente con la presencia de Roger Murphy, periodista. ¿Ocurrió realmente o, por el contrario, la familia fue abierta a la hora de recordarlo?
M: Sí, ocurrió realmente. Eleonore Frankl, la segunda esposa de Frankl, aceptó mi petición y me dejó entrevistarla, pero tanto la familia como los amigos eran reticentes a que me acercara, la protegían mucho. Para ellos yo era un desconocido, peor, un periodista que estaba allí para escribir e irse, y la familia pensaba que solo escarbaría en la típica figura de Frankl como superviviente al Holocausto.
Me reprendieron diciendo que Viktor Frankl no era solo un hombre que había sobrevivido a los campos de concentración y que debía ser consciente de lo que quería hacer. Yo quería tranquilizarlos, así que, al ver un cuadro de Frankl en la salita del interrogatorio, les contesté diciendo que yo no quería fotografiar la vida de él como hacían todos, sino pintarla.
C: Roger Murphy es periodista, como usted, vive experiencias y leer el libro de Frankl le cambia la vida, como usted mismo comenta en el booktrailer. ¿Cuánto hay de Michael F.Ryan en Roger Murphy?
M: Supongo que un 50% es mío, la otra mitad es de Roger. Pero he de reconocer que he insertado en este personaje muchas facetas mías y de mis amigos, de lo que me rodeaba en ese momento. Podría decirse que he hecho un homenaje a Ghost y a la propia Woophi Goldberg, ¡he metido una identidad dentro de otra!.
"La familia pensaba que solo escarbaría en la típica figura de Frank como superviviente del Holocausto. (...) Les contesté diciendo que yo no quería fotografiar la vida de él como hacían todos, sino pintarla."
C: Por el contrario, ¿utilizó para Murphy alguna entrevista real que se le hubiera hecho anteriormente a Frankl?
M: No, todo el trabajo es mío. Soy periodista así que tengo facilidad para imaginarme las escenas, cómo formular las preguntas, qué responderá el entrevistado, etc. Podría llamarse que es una fantasía educativa, como profesional perfilo la entrevista ideal y, en esta ocasión, he podido plasmarla.
C: El libro se inicia con el terremoto de San Francisco a modo de experiencia personal del personaje. ¿Hay alguna razón por la que escoja este hecho para realizar el viaje a Viena?
M: El Gran Terremoto es recordado por muchísimas personas ya que coincidió con La Serie Mundial [serie final de la post temporada de las Grandes Ligas de Béisbol que se juega con los campeones de las ligas Nacional y Americana], quedó grabado en las retinas de los telespectadores que estaban pendientes de las emisiones, además de los que la padecieron y lo perdieron todo. Muchos americanos recuerden este terremoto.
En adición, San Francisco es una ciudad muy interesante y atractiva, llena de vida, todo un contraste con el carácter conservador de Roger. Además de crear una lectura entretenida, es al mismo tiempo una prueba para el propio protagonista.
C: Aunque Viktor Frankl existió realmente, Murphy es un personaje ficticio. ¿Cómo crea el límite entre ficción y realidad para crear La libertad última? ¿Cómo lo compagina?
M: Toda la información sobre Frankl y su familia es verídica, sus pensamientos, emociones, anécdotas, todo es real. He creado este mundo ficticio dentro de la propia historia original para acercar la figura de Viktor Frankl al gran público sin ninguna complicación. Tengo la aprobación de toda la familia Frankl, que han disfrutado con la novela y su contenido, así que creo que, incluso habiendo añadido un toque de fantasía, he dibujado muy bien la línea entre realidad y ficción.
C: ¿Se siente realizado al haber hablado de Frankl en su libro, haber plasmado su vida y pensamiento?
M: Sí, he conseguido lo que quería: he acercado el mensaje de Frankl a toda esa gente que lo necesita, que busca un sentido en su propia vida. Me siento agradecido al saber que la gente que adquiere el libro, queda satisfecha y consigue una nueva perspectiva.
"Las palabras de Frankl son muy valiosas ya que son totalmente atemporales e universales. Él encontró su propia respuesta, vio sentido en su propio sufrimiento, entendió que pasaba por un motivo y que debía afrontarlo y crecer, con dignidad."
C: Murphy opina constantemente sobre las palabras de Frankl, ¿son sus propias impresiones?
M: Podría decirse que sí, ya que yo mismo conduzco el mensaje de Frankl para llegar al lector, quiero enseñarles sus palabras. No obstante, yo no soy Roger Murphy ni Viktor Frankl, y el mensaje final de La libertad última es saber qué puede aportar Viktor Frankl a tu vida. A mí, desde luego, me ha cambiado la vida.
C: Tenemos desarrollados todos los pensamientos de Frankl, su idea de libertad y sentido a la vida. Haciendo especial hincapié en su argumento de que el hombre moderno puede vivir bien pero sufre igual, ¿qué opina sobre la vida actual del hombre?
M: El sufrimiento humano es algo atemporal, el hombre siempre se va a preguntar por qué sufre por más años que pasen. Viktor Frankl sufrió mucho en su vida, tuvo muchos problemas y tragedias, pero ya han pasado más de 70 años de su experiencia y la búsqueda de la felicidad, esa búsqueda al sentido de nuestra propia existencia, sigue ahí.
Ahora, más que nunca, se necesitan esas respuestas. Pasamos por un momento de cambios, de rupturas, de mentalidades, donde la gente necesita más que nunca saber qué pasa. Ya no hay estabilidad en la cotidianidad de antaño, como depender toda la vida de un puesto de trabajo, como podían hacer nuestros abuelos. Ahora muchas cosas ya no tienen sentido y la gente busca esa estabilidad en otro sitio.
Las palabras de Frankl son muy valiosas ya que son totalmente atemporales e universales. Él encontró su propia respuesta, vio sentido en su propio sufrimiento, entendió que pasaba por un motivo y que debía afrontarlo y crecer, con dignidad. Y la compartió con todo el mundo, con todo el planeta.
C: Vivir o sobrevivir, dejar pasar los días o encontrar un objetivo en la vida, ¿qué cree que casa mejor con el hombre de hoy día?
M: La sociedad de hoy día vive simplemente. Ahora podemos tener una vida mejor, llena de comodidades y facilidades, pero carece totalmente de significado. Aunque vivimos mejor, estamos expuestos a un vacío de sentido, no se aprecia la vida, simplemente la dejamos pasar. Esto puede ser incluso más peligroso que el pasado, ya que el hombre no entiende de gratitud.
C: La amistad de Frankl con Murphy ayuda a éste último a superar su propio sufrimiento. ¿Le ha ayudado a usted esta charla ficticia?
M: Sí, porque yo mismo he usado sus consejos a modo de experiencia personal, para mis propios conocimientos e investigaciones. Roger descubre el sentido de la vida gracias a su amistad con Frankl, pero sus propias cavilaciones me han ayudado a mí.
Irónicamente, antes de plasmar en papel La libertad última, ya había investigado a fondo todos los escritos de Frankl y conocía bien su mensaje, pero no fue hasta que empecé a desarrollar la historia, que encontré finalmente el sentido a mi vida.
"El mensaje final de La libertad última es saber qué puede aportar Viktor Frankl a tu vida. A mí, desde luego, me ha cambiado la vida."
C: Y por último, ¿ha llorado con algún pasaje de su propio libro?.
M: Más que llorar, he quedado agotado emocionalmente. Quedé prendado de la familia Frankl, de todo el amor y amistad que me brindaron, así que este libro ha sido un viaje emocional muy arduo y agotador. Escribir sobre Frankl era una bendición pero, al mismo tiempo, cansaba.
El hombre en busca del sentido no es una historia alegre, hablamos del Holocausto y de un superviviente que decidió explicar su experiencia a modo de gratitud con la vida. Cuando pasan cosas horribles, la sociedad recrimina que es la propia naturaleza del ser humano, pero Frankl veía más allá, consideraba al hombre como un ente espiritual y profundo, siempre optimista. Plasmar esta bondad del ser humano es triste y acongojante.
6 Revoloteos varios
Ya está. La he leído :3 Se nota que te curraste la entrevista, es muy buena >.< y con sus respuestas se nota que él también trabajó mucho para conseguir escribir esta novela, la verdad es que solo por so, ya llama la atención.
ResponderEliminarBuen trabajo! :)
Gracias por leerla <3
EliminarNo conocía el autor O_o
ResponderEliminarMuy buena entrevista cielo.
Besos!!
No es muy conocido, ésta es su primera novela.
EliminarGracias por leer la entrevista! <3
Vaya!! lo primero muy buena entrevista y lo segundo, me ha convencido, me encantaria saber más sobre Viktor Frankl, me parece que leer este libro debe ser revelador e inspirador.
ResponderEliminarUn beso muy gordo y gracias por acercarnos estos libros, que a veces, se quedan en el olvido cuando no debería ser así.
Muchas gracias por pasarte, leer la enooorme entrevista y comentar!
EliminarPues te recomiendo el libro, lo leí en un fin de semana y me inspiró mucho :)